Éstas son algunas de las principales conclusiones extraídas en los desayunos con la prensa organizados por Magma Turismo la semana pasada bajo el título ‘La inversión, financiación y gestión de activos hoteleros’. En el acto participaron, junto a los socios de Magma Turismo Bruno Hallé y Albert Grau, el director internacional de desarrollo de Travelodge, Horacio Alcalá, así como el director Real Estate Leasing Société Générale, Gabriel Camacho, y el director de inversiones del grupo Millenium, Pablo Arnús.
Durante el evento, los expertos opinaron que la situación actual "empieza a ver síntomas de mejora" y se aprecia un "incremento" en el número de negociaciones, aunque matizaron que la confianza en el mercado "aún está por llegar". Así, Camacho confirmó que tanto su compañía como otras francesas están interesadas en el mercado español y señaló que "ahora es un buen momento para entrar en España, especialmente porque los periodos de maduración de un proyecto son de más larga duración".
Desde la llegada de Société Générale a España en 2006, la compañía ha realizado unas 20 operaciones, con una cartera de 200 millones de euros aproximadamente en financiación hotelera. Por otra parte, Alcalá indicó que "la mejora en la agilización de los ritmos de negociación está haciendo posible una aceleración de cierre de operaciones impensable hace unos años", quién dijo ver en ello "pistas de que el mercado va algo mejor".
El contrato de alquiler, mejor que el de gestión
En lo referente a las operaciones de ‘leasing’ inmobiliario, Camacho señaló que para validar una operación de este tipo siempre es "más fácil" cuando el contrato entre el operador y el inversor es de alquiler frente a los contratos de gestión. Otra alternativa "muy habitual" propuesta durante el encuentro es la de financiar a hoteleros consolidados en la adquisición de los inmuebles.
A su vez, Camacho destacó el ‘leasing’ inmobiliario como una "buena forma" de desarrollar operaciones, especialmente ante la imposibilidad actual de obtener financiación por otra vía. Pese a ello, "es una fórmula que cuenta todavía con poca implantación en España y que choca con el sentimiento de propiedad que todavía perdura en algunas cadenas hoteleras", apostilló.








