La diversificación de la oferta comienza a ser una realidad en España. Uno de los ejemplos que dan veracidad a estas palabras es el denominado como Turismo de salud o bienestar, que ha experimentado una evolución imparable, especialmente en la última década. Concretamente, esta clase de productos registra un crecimiento del 88% respecto al año 1998, "contabilizando en la actualidad cerca de seis millones de usuarios habituales". Así lo explica el presidente de la Asociación Española de Balnearios Urbanos —que cuenta con 67 socios, entre los que destacan balnearios, spas, centros hidrotermales, entre otros—, Antonio Pastor de Gracia, quien incide además en el considerable aumento de la demanda, rozando la cifra de "un millar de centros".
El auge de este tipo de servicios, que cuenta cada vez con más adeptos, ha convertido a España en el sexto país en lo referente al número de establecimientos, solamente superada por Estados Unidos, Japón, Reino Unido, Alemania e Italia. No obstante, esta evolución ha conllevado una cierta saturación en algunos mercados, como es el caso de la Comunidad de Madrid, en donde se ha dado "un mayor crecimiento de la oferta sobre la demanda, prueba de ello son varios cierres que se han producido".
En cuanto a las vías de comercialización, el más popular continúa siendo el propio centro, si bien "a través de campañas lanzadas por grandes firmas comerciales se canalizan unas cifras muy interesantes del negocio". Asimismo, el presidente de la asociación destaca la importancia de "determinadas mayoristas que promocionan servicios, sobre todo dirigidos a empresas". Preguntado por su relación con las agencias de viajes, Pastor confirma la existencia de diferentes acuerdos con minoristas y mayoristas, "con las que ajustamos ‘paquetes’ de producto combinado y de servicios singulares".
Descenso del 15% o 20% para 2009
Otro de los aspectos negativos, aunque en este caso afecte por igual a la gran mayoría de las empresas, indiferentemente del sector en el que se ubiquen, es la crisis económica, que comienza a dejar mella, "especialmente en los ingresos, y en menor medida en los servicios", afirma Pastor. "Nuestros productos suelen ser adquiridos para regalar, por lo que se está acusando una disminución del gasto en cada obsequio, es decir, que los compradores buscan productos más económicos". Por este motivo, y aunque "los servicios que se prestan están principalmente orientados a liberar estrés, angustias y tensiones, como son lo que esta crisis produce", las cifras de negocio se van a resentir, "disminuyendo en porcentajes que rondarán el 15% o el 20%", explica el presidente de la asociación de balnearios.
Aunque parezca en un primer momento un producto dirigido a personas que padecen algún tipo de enfermedad o mayores de edad, sorprende la gran variedad de clientes, con edades comprendidas, principalmente, entre los 25 y 65 años. La clase de visitantes que acuden a estos centros ha variado en los últimos años, aumentando notablemente los clientes que buscan esta clase de oferta para relajarse, concentrando el 84% del total, frente a los que acceden con el fin de tratar enfermedades, que representan el 12%. En la demanda actual predominan las personas que buscan "nuevas experiencias, además de mantener al mismo tiempo una vida sana, incluyendo el cuidado de la imagen", explica Pastor. Otras características que el presidente de la asociación es la "actitud respetuosa" con el medio ambiente de sus clientes, entre los que predominan las personas de clase media-alta.










