No son buenos tiempos para el sector del transporte aéreo, como demuestran los ceses en las operaciones por parte de varias compañías aéreas españolas. Tal es el caso de Lagunair, Futura y LTE, cuyos problemas financieros les han llevado a asumir procesos de suspensión de pagos, quiebras y Expedientes de Regulación de Empleo (ERE). La última aerolínea en sumarse a esta situación es Flysur, propiedad de la sociedad Taer Andalus, que ayer realizó su último vuelo. Lo más llamativo de la compañía aérea andaluza es que tan sólo contaba con un mes y medio de vida, ya que comenzó a operar el pasado 4 de septiembre con tres rutas desde el aeropuerto de Córdoba.
De las medidas reclamadas por el sector del transporte aéreo al Ministerio de Fomento, todavía no hay nada en firme, como la reducción de las tasas aeroportuarias y de navegación reclamada por parte de las Asociaciones de transporte aéreo en varias reuniones desde antes del verano. No obstante, desde el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, se ha tomado la decisión de ceder pasillos aéreos "en defensa de las compañías aéreas para que éstas abaraten sus costes", según palabras del ministro, Miguel Sebastián. En cualquier caso, la falta de apoyos finacieros "agudiza aún más el proceso de concentración de tráfico aéreo español en unas pocas empresas, con la consiguiente disminución de la competencia", aseguraba el presidente de AEDAVE, José Manuel Maciñeiras, en el caso concreto de Lagunair. Todo ello "perjudica, en definitiva, tanto al Sector Turístico nacional, como a los consumidores en particular".
Cesión de aeronaves, suspensión de vuelos y EREs
Lagunair, con sede en León, continúa dando los últimos coletazos de vida. Con la totalidad de sus vuelos suspendidos y envuelta en un proceso concursal, la aerolínea ha ofrecido a la Xunta de Galicia sus tres aviones para crear una compañía aérea gallega con la que operar desde los tres aeropuertos gallegos, evitando, de esta manera, que "se pierda la importante inversión ya adelantada con cargo a los actuales accionistas". Lo cierto es que, durante las últimas semanas, los responsables operativos de Lagunair han realizado esta misma operación con diversos operadores, ofreciendo sus aviones tanto en España como en el extranjero, con la intención de mantener su continuidad.
En el caso de Flysur, la falta de condiciones en el aeropuerto de Córdoba parecen ser los motivos que han llevado a la aerolínea a suspender sus vuelos. No obstante, el consejero delegado de Flysur, Eduardo Gavilán, asegura que "el cese es temporal" y "el futuro de la empresa pasa porque Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), cumpla sus compromisos". O lo que es lo mismo, que instale una torre de control en el aeropuerto cordobés, tal y como han reclamado a AENA, en reiteradas ocasiones desde marzo de 2007. Por su parte, la subdelegación del Gobierno en Córdoba sale al paso de estas acusaciones recalcando que "Flysur no puede imputar a AENA las causas de la paralización de sus vuelos, porque la empresa estatal ha ido cumpliendo todas las acciones prometidas", señala el subdelegado del Gobierno, Jesús María Ruiz. En lo referente a la instalación de la torre de control, se trata de una acción que "no estaba adjudicada cuando Flysur comenzó sus operaciones desde el aeropuerto de Córdoba", aunque sí se han mantenido conversaciones al respecto para que la compañía aérea andaluza "pudiera incrementar sus operaciones en el futuro".
Asimismo, LTE, con sede en Palma de Mallorca, ha suspendido todos sus vuelos por problemas financieros, a excepción de su actividad en Arabia Saudita. "Las dificultades de LTE sólo se manifiestan en España, donde debe pagar en metálico y al momento los servicios de handling y de suministro de combustible", según declaraciones de la portavoz sindical de Comisiones Obreras, Carmen Días de la Jara. En el caso español Aviación Civil reconoce que no sabe cuándo podrá retomar su actividad, a la espera de que presente un plan de viabilidad que pueda dar continuidad a la actividad de la compañía aérea. Sólo entonces será cuando Aviación Civil decida si retira o no la licencia de vuelo a la aerolínea.
Expedientes de Regulación de Empleo
Por su parte, las aéreas Futura y Spanair se encuentran a la espera de que sus respectivos Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) sean suscritos por los trabajadores y las directivas. En el caso de Futura, que también se encuentra en suspensión de su actividad, el comité de empresa presentó ayer en el Juzgado de lo Mercantil un recurso de reposición contra la admisión a trámite del ERE de la empresa, al entender que hay una "falta de consenso en cuanto a la situación de todos los trabajadores de la entidad, debido a que el ERE no reconoce el escalafón único de los empleados". Al menos, unos 1.200 empleados se verán afectados por dicho expediente.
El caso de Spanair es diferente, ya que todavía no ha llegado a una suspensión total de su actividad, sino que la propia compañía está efectuando recortes, tanto en rutas como en empleos, para tratar de mantener su viabilidad. En este sentido, continúa a la espera de que los trabajadores suscriban el ERE presentado por la empresa, si bien ya ha sido suscrito por cinco de las seis mesas negociadoras, tras varios días de negociaciones.









