El sector aéreo vuelve a la senda del crecimiento. Según prevé la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), en 2010 regresará la rentabilidad con un beneficio de 2.090 millones de euros. El último ejercicio en positivo fue 2007, en el que la industria aérea registró unas ganancias de 10.800 millones de euros.
El presidente de la asociación, Giovanni Bisigniani, ha celebrado la mejora registrada en el primer tramo del año, mostrándose "cautelosamente optimista". El responsable explica que todas las regiones se están recuperando de manera igualitaria y recalca que solamente Europa seguirá en pérdidas. En concreto, esta región cerrará 2010 con unos números rojos de 2.345 millones de euros.
Bisigniani critica las huelgas de pilotos y tripulantes de cabina
"El tráfico global está regresando a niveles anteriores a la recesión con factores de ocupación del 80%", señala Bisigniani. Pese a ello, indica que la cifra es "modesta" y que además las previsiones están sujetas a algunos riesgos a la baja. Entre éstos, el presidente de IATA cita el exceso de capacidad y carga contra las huelgas convocadas por los pilotos y tripulantes de cabina de diversas aerolíneas, recordando que "no se pueden pagar incrementos de salarios con más de 39.000 millones de euros en pérdidas".
Bisigniani hace referencia a otros riesgos derivados de los costes externos, como aeropuertos y navegación aérea, ya que mientras que en 2009 IATA logró ahorros de 1.758 millones de euros, en 2010 se han incrementado los costes en 2.176 millones. Asimismo, el máximo responsable de la asociación apunta a los riesgos derivados de la volatilidad de los precios del crudo, cuyos márgenes "son críticos para la industria aérea". Al respecto, recuerda que el precio del barril ha pasado de 40 dólares en 2009 a 90 dólares a principios de 2010. Por este motivo, Bisigniani pide a los Gobiernos que no protejan la economía de los especuladores, que "se enriquecen de manera irresponsable" con estas fluctuaciones.
Por último, el responsable de la asociación estima que la implantación del ‘cielo único europeo’ supondrá un ahorro de 5.400 millones de euros para las compañías aéreas. Por ello, considera que la Unión Europea debe dar una fecha concreta para su aplicación definitiva, ya que el sector "lleva 20 años esperando".











