Tras un largo periodo de bonanza económica, que ha favorecido el desarrollo de España como destino turístico, la crisis de la zona euro ha provocado un drástico recorte en la llegada de turistas. Las tres principales potencias emisoras —Reino Unido, Alemania y Francia—, que aglutinan cerca del 60% de los turistas internacionales, han sido algunos de los países que han registrado las variaciones más negativas. Ante esta excesiva dependencia de estos tres mercados, NEXOTUR traslada al Sector de agencias de viajes la siguiente pregunta: ¿debe España incrementar la promoción en los denominados mercados emergentes?
El presidente de AEDAVE, José Manuel Maciñeiras, demuestra un "gran interés por otros mercados emisores". "Necesitamos dirigirnos a los países del Este, como por ejemplo, Bulgaria, Polonia y Rumanía". En este sentido, Maciñeiras, que "valora positivamente" la posible aprobación por parte del Gobierno de la proposición no de ley para facilitar la tramitación de visados de los ciudadanos rusos que pretendan viajar a España, define a Rusia como "el gigante no utilizado".
‘China es un sueño de futuro’
Pero además de los mercados del Este, tanto Maciñeiras como el gerente de la Unión Empresarial de Agencias de Viajes (UNAV), Ramón Buendía, citan las grandes posibilidades de Asia, especialmente de China, Japón, Corea e India. "China es un sueño de futuro", explica Buendía. Por su parte, Maciñeiras apunta que, "aunque India y China son mercados complicados, es indudable que tarde o temprano acabarán explotando".
Si bien, aunque ambos representantes destacan la necesidad de incentivar la llegada de turistas procedentes de mercados emergentes, también coinciden en señalar la importancia de Reino Unido, Alemania y Francia para el destino. "Es primordial mantener lo que ya tenemos", indica Buendía, argumentando que "son los principales proveedores y además debemos competir con Croacia o destinos del norte de África".
El presidente de AEDAVE, que también ve necesario mantener estos países, destaca que "la recuperación prevista para 2010 en gran parte de la Unión Europea va a ayudar al destino". "La mejora del Turismo internacional, sumada al aumento de los viajes domésticos, va a favorecer a España", lo que a su vez "será bueno para la economía nacional", sentencia.











