En su repaso a los logros que la Organización ha llevado a cabo durante su mandato, Frangialli destacó el aumento del número de miembros hasta 153 estados, con nuevas adhesiones en ciernes; la saneada situación financiera de la OMT, con un estricto control del gasto y un programa de trabajo con objetivos específicos; y la transformación de la OMT en el organismo especializado de las Naciones Unidas para el Turismo, con sede en España y apoyado por una secretaría internacional "pequeña pero profesional".
Asimismo, reflexionó sobre los cambios estructurales conseguidos en el periodo, como la creación de un sistema universalmente aceptado de Cuenta Satélite de Turismo para cuantificar la incidencia de este ramo en las economías nacionales; la adopción del Código Ético Mundial para el Turismo reconocido por la Asamblea General de las Naciones Unidas como base de un turismo responsable, y la inclusión del sector como elemento clave para el programa internacional de actividades en favor del desarrollo sostenible y para el logro de los objetivos de desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas.









