Más pronunciada ha sido la caída de sus resultados brutos de explotación (Ebitda), que pasan de los 58 millones de euros de 2010 a nueve millones, lo que supone un descenso del 84,2%. En términos de pasajeros, Trasmediterránea ha contabilizado algo más de 2,6 millones, un 14,5% menos que en 2010, cuando pasaron por sus barcos más de tres millones de personas. Por su parte. Para revertir esta tendencia, ha iniciado en este 2012 un plan de reestructuración con el objetivo de dotar de mayor competitividad y flexibilidad a la naviera y dar respuesta al difícil entorno económico.









