"La principal preocupación que tenemos en estos momentos", ha subrayado Astuy, "se centra en la rentabilidad de los establecimientos, que continúa en caída libre".
Así, el presidente de los hosteleros ha destacado que la tarifa media en Cantabria se encuentra "muy por debajo de la tarifa media en el resto de España", al igual que sucede con los ingresos por habitación disponible, por lo que "no es la ocupación lo que más nos preocupa", aunque "siempre es una buena noticia que aumenten las ocupaciones y el número de viajeros procedentes de fuera de nuestro país".
Astuy se ha mostrado rotundo al señalar que "venimos del peor trimestre de la historia de la hostelería de Cantabria, aunque afortunadamente ya lo hemos dejado atrás" y, a día de hoy, "seguimos hablando de tres o cuatro días de actividad intensa y buenas ocupaciones", pero, tal y como ha señalado, "los negocios están abiertos todo el año y la realidad es que las cajas siguen bajando".
Cifras de ocupación
Según la información de agencias recabada por los hoteleros cántabros referente a la ocupación de los establecimientos, la situación se puede resumir así:
Los hoteles cántabros recibieron en marzo casi 3.900 viajeros más que en el mismo mes de 2012 y, a la par, registraron también un repunte de las pernoctaciones, que subieron prácticamente un 9 por ciento con respecto a marzo del pasado año.
Según los datos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en marzo pasaron por los hoteles de la región 65.596 viajeros, lo que supone un aumento del 6,28 por ciento. Y aumentaron tanto los visitantes nacionales (57.128 en total), como los extranjeros (8.469 viajeros).
La estancia media de los clientes fue de 2,08 noches y el número total de pernoctaciones generadas alcanzó las 136.456, un 8,96 por ciento más que en el mismo mes de 2012, pero con la diferencia de que este año la Semana Santa se ha celebrado en marzo y el pasado ejercicio fue en abril.
El aumento de las pernoctaciones en Cantabria fue algo superior al registrado en el conjunto del país, donde la subida alcanzó el 8,3 por ciento, pero en cambio, la estancia media en los hoteles de la región no alcanza la media española (3,05 noches).
Además, el grado de ocupación en la comunidad fue del 30,03 por ciento de las plazas ofertadas y del 38,53 % en los fines de semana, mientras que en España llegó al 46,74 % y 53,3 por ciento, respectivamente.










