El impulso del proyecto de Turismo Senior Europeo, promovido por la Secretaría de Estado de Turismo y dirigido a todo el ámbito europeo, pone de manifiesto una serie de inconvenientes que, mal gestionados, podrían incurrir en un problema de discriminación de turistas, tal y como señalan algunas voces del Sector. No obstante, ésta no es ni mucho menos la intención de sus promotores, quienes insisten en que se trata de un modelo con el que se pretende "añadir turistas, y no restar mercado", apuntan desde la Sociedad Estatal para la Gestión de la Innovación y las Tecnologías Turísticas (Segittur).
Para la mayor parte del Sector, el programa constituye "un plan para desestacionalizar la oferta turística y promocionar los destinos de costa en invierno" —dirigido a Baleares, Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía—, permitiendo a su vez "mantener las infraestructuras hoteleras abiertas durante más tiempo al año, así como a su personal "ocupado", como señalan desde la Mesa del Turismo. Sin embargo, el hecho de que vaya dirigido a atraer turistas seniors —mayores de 55 años— de todo el ámbito europeo mediante subvención, se topa con una realidad no menos importante, como señalan con preocupación desde el sector hotelero, ya que ya existe un mercado de invierno relevante de este tipo de turistas procedente de mercados como el británico y el alemán.
Es por ello que se plantea la necesidad de "restringir" el proyecto a aquellos mercados que, como el húngaro, el checo o el rumano, "todavía no tienen una presencia destacada en nuestro Sector", apunta el secreatario general de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), Ramón Estalella. El planteamiento desde CEHAT iría encaminado a no focalizar esta iniciativa hacia mercados que ya vienen a España en invierno mediante la turoperación, ya que repercutiría en "una competencia desleal", debido, sobre todo, a la diferencia de precios para los viajeros. No obstante, desde Segittur insisten que "el proyecto no va a restringir los Estados a los que se dirija", debido al elevado mercado potencial que supone, de más de 102 millones de turistas en todo el territorio europeo.
Orientado a atraer turistas, más que a emitirlos
Junto a este inconveniente, desde el Sector se plantea la necesidad de que el acuerdo no implique "reciprocidad". Es decir, el proyecto está dirigido a todos los Estados miembro de la Unión Europea, encargados de bonificar a aquellos turistas seniors que viajen bajo el paragüas del proyecto. Pero lo realmente interesante, desde el punto de vista de la evolución del Sector Turístico nacional, sería que España se convirtiera en un destino receptivo, más que emisor de viajeros mayores, "sin que exista una equivalencia en el número de turistas que vienen y los que se van fuera", destaca Estalella. Asimismo, sería igualmente importante que el proyecto "no acabe marcando el Turismo de referencia", o lo que es lo mismo, que no establezca un precio fijo e inamovible en las estancias hoteleras para los turistas seniors, ya que, de ser así, "supondría una competencia desleal con los turoperadores", insite Estalella.
En cualquier caso, y extrapolándolo al ámbito europeo, Segittur incide en las similitudes que éste proyecto mantiene con el del Imserso nacional. Y señala que, hasta el momento, éste no ha hecho más que "traer beneficios, en cuanto que su actividad permite luchar contra la estacionalidad y reactivar la economía" de los destinos en temporada baja. En esta misma línea y como conclusión, desde CEHAT no dudan en afirmar que, en cualquier caso y como quiera que se lleve a cabo, "es un gran proyecto, necesario, y contemplado en el Plan de Turismo Horizonte 2020".
Lo que sí está claro ya, es que el proyecto de Turismo Senior Europeo iniciará su desarrollo en los periodos comprendidos entre febrero y abril, y de octubre a diciembre de 2009, ofertando un total de 96.000 plazas en los destinos de Andalucía y Baleares —por ahora las dos únicas Comunidades que ya han suscrito el proyecto piloto—. Éste contará con una inversión inicial de 10 millones de euros, cofinanciados al 50% entre la Secretaría de Estado de Turismo y las Comunidades autónomas paticipantes.










