La gerente del Consorcio de Playa de Palma, Margarita Nájera, ha explicado que el objetivo de este Plan es que la zona "deje de ser un destino de turistas con bajo poder adquisitivo", ya que, actualmente, esta parte de la capital balear "continúa con los mismos criterios turísticos que en los años 50 ó 60", cuando comenzaron a llegar los primeros visitantes.
Así, el plan pretende un "cambio de modelo de negocio" y, en virtud del mismo, se acometerá una reforma "en profundidad" de los hoteles para ampliar las habitaciones, "sobre todo aquéllas que sólo cuentan con alrededor de 11 metros cuadrados". Además, se incorporarán nuevos servicios, como spas, con el principal objetivo de atraer a otro tipo de turistas con una mayor capacidad adquisitiva, tal y como ha señalado Nájera.
"O reconvertimos la Playa de Palma o lo que nos espera es que continúe siendo un destino hooligan", ha advertido Nájera, quien ha recalcado que la pretensión es que una vez se reforme el destino, el gasto medio diario por turista sea de 135 euros, frente a los 65 actuales.
Otro de los objetivos es que el precio medio diario por habitación doble sea de 65 euros, teniendo en cuenta que, actualmente, hay hoteles que ofrecen precios "muy bajos" para atraer a un determinado perfil de turista.
Por otra parte, la gerente del Consorcio de la Playa de Palma ha subrayado que también se va a incidir en la sostenibilidad, con el fin de reducir las emisiones de dióxido de carbono, para lo cual se creará un espacio libre de emisiones en esta zona.
De este modo, los hoteles tendrán que hacer un proceso de inversión para disminuir sus emisiones a la mitad, mientras que los edificios de viviendas serán sometidos a una rehabilitación "funcional, estética y de eficiencia energética", según Nájera.
Freno al desarrollo hotelero injustificado
El Proyecto de Ley también impide el desarrollo "injustificado e insostenible" de nuevos crecimientos urbanos en la Playa de Palma y establece la rehabilitación urbana integrada como una línea de actuación "preferente" ante el nuevo crecimiento.
En lo que respecta a edificación hotelera, residencial y equipamiento, el Plan debe priorizar la rehabilitación integrada del parque edificado frente a la construcción de posibles nuevos edificios. Respecto al ahorro energético, la Ley obliga a los edificios a reducir en un 50% sus impactos ambientales y climáticos.










