Aunque la vicepresidenta económica del Gobierno de España afirme que lo peor ha pasado y que la recuperación se ha iniciado, la realidad que vive el empresariado turístico español pone de manifiesto la extremada dureza de la coyuntura. El de 2009 a 2010 será el invierno más duro de la historia del Sector, que adelanta un otoño en el que algunas empresas emblemáticas ya dan signos de su agotamiento. Abandonadas las expectativas de beneficios, sobrevivir es ahora el principal anhelo para buena parte de los agentes de viajes y los proveedores del Sector.

