Eurostars Hotel Company ha lanzado una encuesta para conocer como sus clientes afrontarán las vacaciones de verano, conscientes de que es necesario tomar el pulso a unos nuevo hábitos y una realidad cambiante que se ha acelerado en los últimos tiempos.
Los años de restricciones han tenido un impacto en nuestro comportamiento, en la manera de reservar y en nuestra forma de viajar
Según los resultados obtenidos, este año la normalidad se establece como la pauta general en las previsiones de viaje de sus clientes. Un 56% de los viajeros encuestados afirma que este verano va a viajar con total normalidad tal y como lo ha hecho siempre. Y aunque un 27% sostiene que todavía no considera que ha llegado el momento de desplazarse muy lejos, el 17% espera este año recuperar por fin el tiempo perdido en la pandemia y prevé embarcarse en el gran viaje que ha pospuesto los últimos meses.
Sin embargo, un 73% piensa que la crisis de la pandemia ha tenido un gran impacto en la forma de planear sus vacaciones. Este grupo se posiciona en dos posturas diferentes: aquellos que organizan y planifican compulsivamente todas aquellas actividades de las que se han visto privados en los últimos tiempos (37%), y aquellos que, fruto de la experiencia vivida, han incorporado la improvisación y la reserva last minute a su forma de viajar (36%). Solo un 27% sostiene que lo acontecido en los últimos años no ha tenido ningún efecto en su vida ni en sus vacaciones.
En cuanto a seguridad, solo un 5% se muestra inseguro cuando debe viajar, mientras que un 52% admite sentirse confiado y protegido. Al igual que un 43% sostiene que a pesar de encontrarse seguro, sí ha incorporado nuevos hábitos y prevenciones vinculadas a la protección.
En cuanto al futuro, un 83% de los encuestados se ha mostrado preocupado ante la inflación y el aumento de los costes, tanto del transporte como de otros servicios, disminuyendo la opciones de viaje. Un 12% apunta a que otro factor importante será el malestar por nuestra huella ecológica y la búsqueda de opciones sostenibles. Sin embargo, un 5% siente que la falta de seguridad a nivel mundial es una de las causas que pueden ralentizar la recuperación total.
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