Cada una de de sus 18 habitaciones ha sido creada a medida, ofreciendo una temática diferente inspirada en la pintura, el diseño gráfico, el arte callejero o la moda.
Uno de los elementos más llamativos y originales del diseño arquitectónico del hotel es el edificio anexo que alberga sus cinco suites. La estructura de acero de 18 toneladas de peso gira 35 grados dos veces al día, ofreciendo siempre las mejores vistas al río. Los huéspedes podrán irse a dormir mientras contemplan las vistas que ofrece el monte de Santa Tecla y despertar con una panorámica al río Miño.
Para echar un vistazo al panorama artístico local, los visitantes pueden indagar en el Whitebox, un espacio para eventos y exposiciones dentro del hotel diseñado especialmente para exhibiciones temporales de obras de artistas itinerantes.










