En la presentación de los 498 finalistas, dadas a conocer el pasado 8 de mayo, el jurado destacó la "reinterpretación sugerente" del edificio cacereño y la belleza de las dos viviendas unifamiliares de Portugal a las que definieron como "una respuesta clara, sensible y cuidadosa".
Los premios están organizados por la Associació Interdisciplinària del Diseny de l’Espai del Foment de les Arts i del Disseny (Arquin-FAD), dirigido por la arquitecta Sílvia Farriol, y llega a su LIII edición premiando no sólo a los mejores proyectos arquitectónicos, sino también a las mejores propuestas de interiorismo, ciudad y paisaje, e intervenciones efímeras.
El jurado ha asegurado que la Península Ibérica es un espacio de una altísima competencia arquitectónica, lo que "se refleja en la cantidad y excelencia de los proyectos seleccionados, que responden a un espectro muy amplio de temáticas, circunstancias, contextos y situaciones".









