Asimismo, la concreción de esta Plan no debería ser tomada en consideración desde el punto de vista de Barcelona, «sino que debe ser tratada desde un ámbito metropolitano y tener en cuenta la plantificación estratégica turística de Cataluña», dijo la asociación.
Después de analizar el contenido de la propuesta, el Gremi d’Hotels de Barcelona destaca su rechazo a la situación de «disconformidad urbanística» en la que queda un porcentaje muy elevado de la planta hotelera como consecuencia de la disposición transitoria tercera, que se encuentra recogida en la aprobación inicial del PEUAT.
Un efecto negativo para el sector
Este aspecto afecta negativamente a prácticamente todo el sector de la hostelería, ya que la consecuencia de su aplicación es la imposibilidad real de renovar y actualizar la planta hotelera actual. Este factor es muy importante, ya que está en juego el deterioro de la imagen de Barcelona y su desarrollo económico.
El sector considera que este Plan debería propiciar la resolución de aspectos clave para la ciudad, como la erradicación de los pisos turísticos ilegales, que crece de manera descontrolada y pone en grave peligro la calidad del destino y la convivencia vecinal con la actividad turística. Además, el sistema no reglado ha fomentado la economía sumergida y su fraude laboral y fiscal, sin asegurar las garantías al consumidor.










