Asimismo, la aprobación de la oferta vinculante del grupo franco-holandés, ha sido secundada por Romano Prodi. Pese a la aprobación inicial, fuentes del Ministerio han explicado que la aceptación "no es vinculante", ya que en el caso de que existan nuevas ofertas de adquisición que mejoren las condiciones de Air France-KLM, "el Ministerio podría aceptarlas".
Los sindicatos critican las condiciones de la oferta
Por otra parte, una de las premisas impuestas por el grupo franco-holandés para hacer efectiva la compra parece no cumplirse. Los sindicatos italianos han mostrado su desacuerdo con la oferta, ya que consideran desmesurados los recortes de 1.600 empleos, así como la posibilidad de despidos de otros 5.100 trabajadores. Para solucionar dicha controversia, el presidente de Air France, Jean Ciryl Spinetta, se ha reunido con nueve asociaciones de trabajadores de Alitalia para tratar de llegar a un acuerdo.
En este contexto, el secretario general del sindicato Cisl, Raffaele Bonanni, ha criticado la actitud del grupo franco-holandés, al que ha acusado de retrasar intencionadamente la presentación de la oferta "para secar el valor de las acciones". Además, Bonanni ha acusado al gobierno italiano de entregar a los trabajadores "desnudos a la negociación con Air France".









