Con esta medida, el Ejecutivo busca "racionalizar y mejorar" el actual servicio ferroviario que prestan Adif, Renfe y Feve, empresas que presentan pérdidas, un alto endeudamiento y un excedente de capacidad, según explica la ministra de Fomento, Ana Pastor. "Se trata de un proceso que busca prestar un servicio ferroviario público eficiente y con un coste asumible y competitivo", añade en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, defiende que "es una medida para racionalizar y mejorar el transporte ferroviario, para hacerlo más competitivo y garantizar su financiación, reduciendo a la vez los costes para los usuarios".
Por otro lado, el Gobierno dividirá Renfe en cuatro nuevas sociedades y extinguirá el actual operador ferroviario de vía estrecha Feve, de forma que la prestación de sus servicios y sus activos se integrarán en Renfe y Adif. En la actualidad, las tres empresas públicas ferroviarias (Renfe, Feve y Adif) suman pérdidas de 447 millones de euros y una deuda de 20.730 millones de euros. Según los datos de Pastor, hay 52 trenes de media distancia que registran una ocupación media inferior al 15% de su capacidad, "alguno de los cuales no llevan más de cinco pasajeros al día". "Además, hay 176 estaciones o apeaderos ferroviarios en los que no llega ni un solo viajero diario", detalla la ministra.









