El Estado tiene previsto asumir este año el 80% de la deuda de Renfe, estimada en 7.200 millones de euros, para sanear las cuentas de la empresa antes de que entre en vigor la nueva ley de liberalización ferroviaria en 2005, según informaciones del diario El País. Renfe se quedará con 1.600 millones de deuda correspondientes a la compra de trenes.









