Bermúdez ha explicado no se ha puesto sobre la mesa "ningún caso concreto" de posibles cierres temporales de hoteles con motivo de la crisis y ha añadido que, si hubiera algún cierre previsto, "no sería la primera vez que se aprovecha para hacer reformas".
En este sentido y desde la premisa de que unas 47.000 plazas alojativas de Tenerife tienen un cuarto de siglo de antigüedad, el consejero de Turismo ha puntualizado que no sería negativo que algunos establecimientos decidieran cerrar temporalmente con el objetivo de renovar las infraestructuras.
"Con este tipo de medidas se podría poner un precio adecuado para obtener la rentabilidad necesaria para dar un mejor servicio", ha añadido.
Calidad en vez de precios
Bermúdez se ha referido también a la posibilidad de que los establecimientos hoteleros bajen sus tarifas para mejorar sus resultados en la actual coyuntura económica y ha apostado por "competir en calidad, no en precios", ya que los costes sociales que tienen que afrontar las islas "impiden a los hoteles tinerfeños y canarios poner unos precios competitivos con otros destinos".









