Los sindicatos de la operadora —CCOO, UGT, Demaf, Sindicato Ferroviario y CGT— habían anunciado paros para estos servicios como forma de mostrar su rechazo a uno de los puntos del acuerdo alcanzado entre el Gobierno y la Generalitat de Cataluña sobre el traspaso del servicio de Cercanías de Barcelona. Éste indica que si antes de que concluya 2011 Renfe y el Gobierno catalán no alcanzan un acuerdo para que la operadora siga prestando el servicio de Cercanías, los activos y el personal de la compañía se traspasarán en 2012 a la Generalitat.
Los representantes de los trabajadores critican que esta medida afectaría a la viabilidad de la empresa, así como a los empleados. "No nos oponemos a que las Comunidades autónomas planifiquen y gestionen el servicio, pero esa asunción de competencias no tiene que suponer la creación de nuevas empresas, sino que deben garantizar la integridad de Renfe y Adif y los derechos sociales y laborales de sus trabajadores", explican los sindicatos.









