Los aspectos que más desagradan a siete de cada diez encuestados cuando entran a un lavabo de uso público son que estén en general sucios, que no haya papel o jabón o que la cisterna o el secador de manos se encuentren averiados.
Las mujeres, personas con hijos y mayores son quienes más importancia dan a la higiene y el buen acondicionamiento de los baños de lugares públicos. Mientras que a las mujeres les molesta en mayor medida que a los hombres que la cadena del WC esté estropeada, a los hombres les irrita más que el dispensador de jabón esté acabado o que el secador de manos esté roto.
Por otro lado, mientras que a un alto porcentaje de las personas de mayor edad les incomoda un baño sucio, los más jóvenes otorgan mayor importancia a que no haya papel en el baño. En lo que todos coinciden un (96,27% de los encuestados) es que les parece imprescindible la limpieza e higiene de un local. La decisión de volver o no depende de este factor fundamentalmente.
Fuera de casa
Fuera de casa, los españoles usan el baño en su lugar de trabajo o en restaurantes: más del 60% de los encuestados no tiene reparo en utilizarlos si lo necesita. Sin embargo, alrededor de la mitad de la población analizada afirma no usar nunca los baños de las cafeterías, lugares de comida rápida y centros comerciales a no ser que no tengan más remedio. A la cola de la lista se encuentran los WC públicos en la calle, parques o transporte público, a los que el 70% de los españoles evita fervientemente acudir.
La encuesta realizada concluye que la limpieza y el acondicionamiento de los baños de los lugares públicos constituyen un aspecto fundamental en los usuarios a la hora de elegir un local u otro como opción y determinan la intención de los españoles de volver o desecharlo de su lista de opciones.










