Así pues, la mayoría de las empresas expositoras no realizan ni un análisis de inversión ni materializan los objetivos de su asistencia a la feria. Tampoco buscan este dato posteriormente, según el informe, una vez que los contactos ya han sido utilizados, de forma que no saben realmente si las ferias han sido rentables o no. Sólo el 20% tiene la certeza de obtener una rentabilidad adecuada.
La inversión que supone la presencia en una feria se sitúa, como media, en unos 50.000 euros que, por otro lado, "es la cantidad mínima para contar con un stand de unos 90 metros cuadrados, más costear todos los gastos adicionales añadidos en una cita de cinco días de duración, como gastos de personal, dietas, traslados…", han explicado desde la multinacional española de servicios feriales MSB Events. En lo que va de año, las empresas han invertido en ferias españolas una cantidad aproximada de 1.500 millones de euros, "cifra que crece año a año, aunque en este momento la burbuja ferial se está empezando a desinflar", han añadido.
Del estudio elaborado por MSB Eventes se deduce también que sólo el 1% de las empresas con presencia en ferias cuenta con un equipo interno especializado en la organización y explotación de este tipo de eventos. El 99% improvisa cada vez un equipo distinto, sin una formación previa y adecuada, y que compromete de manera habitual a varios departamentos distintos de la compañía como marketing o producción", según la multinacional.
"Los especialistas de MSB Events consideran que la rentabilidad adecuada tras una feria debería situarse en el doble de la cantidad invertida, aunque ésta depende del objetivo último que se ha fijado la empresa, el sector al que pertenezca y los márgenes de éste", han advertido desde la empresa.
Los errores más frecuentes
El estudio ha analizado también los errores más frecuentes que cometen las empresas a la hora de acudir a ferias profesionales. Uno de ellos es que las empresas escogen espacios excesivamente amplios, porque lo asocian con una mayor notoriedad en el espacio expositivo. "Los motivos básicos que llevan a los expositores a decidir su participación en una feria son buscar nuevos clientes, fidelizar, mantener el prestigio de la marca, generar notoriedad o ampliar la red de contactos y distribución", explican desde la MSB Events. "La eficacia del stand no depende de sus dimensiones, sino de que el mismo responda a unas exigencias del mercado mucho más completas, y se vea como generador de una experiencia para el visitante".
Otros errores son acudir a la feria sin un objetivo de ventas, una recogida de contactos no organizada, la ausencia de un equipo especializado, el no aprovechamiento de todas las oportunidades que pueden ofrecer estos eventos o la reticencia de las empresas españolas a asistir a ferias en el extranjero (más del 70% nunca ha salido a eventos internacionales).










