La encuesta, realizada a más de 2.400 ‘internautas’, indica que un 40% de los usuarios de transporte aéreo cree que al encontrar un precio ofertado en una publicidad hay que sumarle "entre 20 y 40 euros" más a su precio final. Por su parte, un 27% de los encuestados cree que el incremento de precio se situaría en "41 euros ó más".
Asimismo, un 5% de los compradores cree que el aumento oscilaría "entre 0 y 10 euros", mientras que el 21% opina que la cantidad a pagar será de "entre 11 y 20 euros más" de lo originalmente anunciado. Únicamente un 7% de los compradores de billetes considera que el precio final es el mismo que indica la publicidad.
De los resultados se desprende también cierta falta de información al detallar el coste de un billete, ya que la mitad de los consumidores (un 54%) conoce la diferencia entre el precio y las tasas, mientras que el 30% piensa que el precio es el valor del billete y las tasas son los impuestos. Igualmente, el 16% de los encuestados cree que el precio es lo que gana la compañía y que las tasas son lo que se paga a aeropuertos y autoridades.
Por otro lado, el 46% de los encuestados opina que el transporte aéreo es un medio sobrevalorado al mantener su alto coste pese al descenso de calidad de su servicio en los últimos años, mientras que el 13% añade las molestias que ocasiona. Por su parte, el resto de encuestados opina que no está sobrevalorado gracias a las compañías que ofrecen vuelos baratos (22%) y por ser rápido y seguro (19%), características que justifican su precio.









