Mientras los costes basales de algunas facetas del Sector siguen tendiendo al alza como por ejemplo los ligados directamente al precio del petróleo, como pueden ser los combustibles, cuando éstos se traducen en algo más cercano ya no está tan clara su relación directa. Tal ocurre con el transporte aéreo. Los combustibles han subrido un 20% según el IPC en marzo de 2010 y 2011, el Ándice de Precios al Consumo del Transporte Aéreo lo hizo sólo en un 5,9%. Y si nos ceñimos a los dos primeros meses del año encontraremos un descenso del 0,3%. ¿Cómo es posible si el coste de su materia prima ha subido? Muy sencillo. Como consecuencia de la adaptación de la oferta a la baja demanda, o más exactamente al descenso de esta última.

