Al caer el sol, dos excursionistas se preparan para pasar la noche en sus sacos de dormir y, cuando están quitándose la ropa, advierten que a unos 50 metros hay un gran oso pardo, mirándoles y en posición de ataque. Uno de ello toma lentamente sus zapatillas de correr y comienza a calzarse, sin dejar de mirar al oso. Su compañero, le pregunta entre atemorizado y sorprendido: "¿Acaso crees que vas a correr más que el oso…?". Y el otro le contesta: "No. Sólo aspiro a correr más que tú". Saque cada cual su moraleja de este ilustrativo chiste-parábola.
Superada la maldita gracia que tiene el chiste, es un excelente punto de partida para enfocar el grave problema que, cuando llueve para todos, representa una situación de recesión como la que estamos viviendo.
La obligación (y la necesidad) de todo empresario y profesional (al igual que la del preso de guerra es escapar), es afrontar y superar esta crisis. Y para algunos se trata de una cuestión de supervivencia. Pero, todos lo sabemos, por adversa que sea la coyuntura, habrá quienes logren superarla y, gracias a ello, se hagan más fuertes. La cuenta de la vieja no falla: si las ventas caen un 20% y cierran un 20% de las agencias, ¿cuánto queda para las que siguen? Pues, por pura estadística, una cuota de mercado similar a la que tenían. Aunque obviamente la cosa sea tan lineal, como se ocupa de recordar la estadística parda, según la cual, si un hombre se come un pollo y el otro se queda en ayunas, el porcentaje resultante es de medio pollo por cabeza.
Volviendo al chiste, que ayuda a enfocar el problema con extraordinaria sencillez, no hemos de ocupar tanto de la crisis (el oso), como de no ser sus víctimas. Es superando a nuestros competidores más próximos como afronta la crisis. Es el axioma de una lucha que, pese a ser sólo económica, dejará víctimas en el camino.
Lo primero que hay que hacer, al igual que el excursionista que analiza la situación de riesgo y se prepara para intentar solventarla, es prever el escenario y los tiempos de la actual crisis.
Tras la caída de las ventas a partir de septiembre y su aceleración en el último trimestre, 2009 se nos presenta ya como un ejercicio de supervivencia. Y ojalá que 2010 no sea más de lo mismo. La energía para hacer lo correcto (los recursos propios) será un factor importante, al igual que la experiencia acumulada (haber vivido otra crisis, como la de 1983, ayuda) y la fuerza anímica para afrontar el reto. Reducir gastos (podando primero y talando después en todos los capítulos de la estructura de costes) sería, en la parabola del oso, como calzarse las zapatillas de correr. Y esforzarse al máximo en la acción comercial, renunciando a lo que sea necesario, evitando la morosidad y obteniendo financiacion para que la falta de liquidez no nos ahogue, sería el final de un tratamiento tan fácil de enuciar como duro y difícil de llevar a cabo.
No es disparatado prever tres grandes gaps o cortes que lleven a determinadas agencias a situación crítica. El primero, ya está produciéndose, y arrastra a los más débiles, además de a oficinas de las grandes redes (que están soltando lastre). El segundo coincidirá con la Semana Santa. Y el tercero, será la próxima temporada de verano. No obstante, la mayoría de las agencias continuaran en el Sector, superando estos tres rubicones.
Que le sea util. Ese es nuestro mayor interés.



