Para obtener esta certificación es necesario pasar una auditoría y cumplir una serie de requisitos, que no sólo afectan al municipio o zona turística, sino también a sus establecimientos y servicios. La implantación de la marca es un proceso evolutivo, ya que durante los primeros años los DTF deben ir incrementando el porcentaje de oferta que cumple los requisitos hasta llegar a disponer de una tercera parte certificada.
Según apuntan desde la Agencia Catalana de Turismo, su principal objetivo es diversificar la oferta turística de la Comunidad gracias a la creación y promoción de productos especializados y de calidad adaptados a las nuevas exigencias de la demanda. Cabe destacar que en la actualidad, el 60% de los turistas que visitan Cataluña lo hacen en familia.









