Que la Organización Mundial de la Salud (OMS) pueda declarar formalmente una pandemia en México, a raíz de la epidemia de gripe nueva, supone un duro golpe para grandes destinos turísticos mexicanos, justo cuando se inician las ventas para la temporada de verano. Llueve sobre mojado y, a la crisis financiera y de la demanda, podría sumarse esta nueva crisis sanitaria. El daño a los intereses españoles podría ser importante. No sólo por el emisor español, sino también por la presencia de hoteleros españoles en el Caribe y los transportistas que allí operan.

