China ha exigido a sus aerolíneas que no secunden el plan de la Unión Europea (UE) de gravar las emisiones de gases contaminantes, al mismo tiempo que les prohíbe aumentar el precio de los billetes como medida compensatoria. Así lo ha anunciado su Gobierno una semana después de que se produjese un encuentro bilateral UE-China. El Ejecutivo advierte de que las compañías aéreas que quieran acatar las directrices de Bruselas deberán obtener antes su aprobación, denunciando al mismo tiempo que es un "impuesto infundado".
Tras conocer la postura del país asiático, la Comisión Europea ha amenazado con imponerle una multa de 100 euros por tonelada de CO2 que emitan sus aerolíneas sin los permisos correspondientes. "Será mucho más costoso para cualquier compañía aérea no cumplir la legislación que hacerlo", asegura el portavoz sobre clima del Ejecutivo comunitario, Isaac Valero. No obstante confía en que las compañías aéreas chinas "cumplan con nuestra legislación cuando operen en aeropuertos de la UE".
Valero, que desmiente que la UE busque entrar en una guerra comercial, hace hincapié en que Bruselas "no desistirá" de aplicar esta directiva e insiste en que será el Tribunal de Justicia Europeo el que tendrá la última palabra si China decide presentar una denuncia. Así, el portavoz reconoce que las "autoridades chinas querían llevar el asunto a un tribunal", pero de momento "este no ha sido el caso".
Las aerolíneas están cumpliendo con la legislación
A pesar del anuncio realizado por el Gobierno chino, Bruselas no ha recibido "ninguna información detallada" sobre su decisión, por lo que considera "crucial ver si esto es una orden o recomendación", ha precisado el portavoz. Asimismo, confirma que hasta la fecha "todas las aerolíneas chinas han cumplido la legislación" e insiste en que las discusiones políticas entre Bruselas y Pekín continuarán durante la cumbre prevista para el 14 de febrero.
Además de China, otros países como Estados Unidos, India, Rusia y Canadá han criticado este proyecto europeo. "Nos implicaremos con todos estos países para abordar sus preocupaciones", ha asegurado Valero, que sin embargo subraya que países como Australia y Corea del Sur estudian incluir al sector aéreo en el sistema de comercio de derechos de emisión.
De acuerdo con la legislación europea, desde el pasado 1 de enero, todas las aerolíneas que utilicen los aeropuertos europeos serán gravadas con un impuesto previsto en el Plan de Emisiones por el Comercio. Las sanciones rondan los 100 euros por tonelada de dióxido de carbono emitida para aquellas compañías aéreas que no quieran hacer frente a dicho impuesto. En caso de una reiterada desobediencia de la norma, la UE tiene la potestad de prohibir que tales aerolíneas operen en los aeropuertos europeos.










