Asimismo, señaló que aún se producen "verdaderos cuellos de botella" al pasar el control de seguridad en los aeropuertos canarios pese a que los desplazamientos entre islas de los habitantes del archipiélago "se asemejan a los que se realizan por carretera en la Península". En este punto, recalcó que Canarias es "un territorio fragmentado".
En la carta remitida al Ministerio del Interior hace un mes, explica el consejero, se le solicitaba que promoviese las propuestas de corrección correspondientes ante las instancias comunitarias sobre los controles de seguridad para vuelos interinsulares. La carta aún no ha tenido respuesta, comentó, y confía en que Interior "esté trabajando en el tema con todo el interés que merece".
Hernández recordó que a lo largo de los últimos años AENA ha especializado las instalaciones aeroportuarias para adecuarlas a cada tráfico, separando el tráfico aéreo interinsular del nacional e internacional, una medida que ha generado "resultados muy positivos en el tránsito de pasajeros". En esta línea, habló de los perjuicios que los controles de seguridad en viajes interinsulares "generan en el pequeño comercio tradicional" cuando se transportan vinos, licores, mieles y otros productos líquidos envasados".
El consejero abogó por "explorar todas las vías para facilitar una aplicación de las medidas de seguridad razonable y adaptada a las condiciones del tráfico interinsular", subrayando que "no hay que "perder de vista los objetivos y la naturaleza del control de acceso aeroportuario".










