Los FAB pretenden sustituir el actual mosaico de 27 bloques de tráfico aéreo nacionales mediante la creación de una red mayor de bloques regionales, a fin de aumentar la eficiencia, reducir costes y limitar las emisiones. Actualmente, las ineficiencias derivadas de un espacio aéreo fragmentado en Europa ocasionan unos costes suplementarios de casi 5 .000 millones de euros al año para las compañías aéreas y sus clientes.
El vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Transportes, Siim Kallas, sostiene que "esta acción legal debe suponer un firme mensaje político acerca de nuestra determinación por impulsar las tan necesarias reformas del control del tráfico aéreo europeo". "Nuestras compañías aéreas y sus clientes han tenido que sufrir más de diez años de servicios reducidos y plazos no respetados en la senda hacia el ‘cielo único’ europeo", lamenta. Por ello, afirma que "esta situación no puede continuar", ya que "los cielos europeos se enfrentan a una saturación de capacidad".
Desde 2004, los Estados miembros tienen la obligación de crear FAB. Debido a la lentitud con que se avanzaba, en 2009 se fijó como fecha límite obligatoria el 4 de diciembre de 2012, pero los progresos en la aplicación siguen siendo demasiado lentos. Ahora, la Bruselas ha pedido a Italia, Chipre y Grecia, mediante escrito de requerimiento, que expliquen las medidas adoptadas para poner en marcha las estructuras jurídicas básicas en relación con los FAB.









