El Ejecutivo comunitario ha adoptado este reglamento 16 meses antes de la fecha prevista, a petición de los ministros de Transporte de los 27, para ayudar al sector de la aviación civil a superar los efectos de la crisis económica y de los daños provocados por la nube de ceniza volcánica procedente de Islandia en abril de 2010. La norma en cuestión pretende fijar objetivos a escala comunitaria en materia de retrasos, reducción de costes y acortamiento de rutas y designar un órgano de evaluación de resultados independiente que evalúa y supervisa el rendimiento del sistema.
Estas medidas proporcionarán la base legal necesaria para aplicar el cielo único a partir del 1 de enero de 2012. El ‘paquete’ tiene como objetivo reducir a la mitad el coste de volar, disminuir un 10% el impacto ambiental de los vuelos y triplicar el tráfico manteniendo la seguridad. El próximo paso, que se dará a finales de año, consistirá en designar a un gestor único para toda la red europea, para garantizar un uso óptimo del espacio aéreo y coordinar la adjudicación de frecuencias y códigos.









