"Casi dos millones de turistas vinieron a ver al Papa a Río de Janeiro, lo que ha garantizado el mejor julio de la historia para el Turismo internacional", indica Dino. Además, el aumento de turistas se traduce en un crecimiento económico. Los dos grandes eventos han supuesto unos 674 millones de euros en la economía brasileña.
Por otro lado, según una encuesta de Embratur, el 97% de los turistas que visitan el país afirma que recomendaría a familiares y amigos, mientras que el 82% está satisfecho con su estancia. Este estudio, que se realizó en los meses de verano, constata que pese a las manifestaciones que tuvieron lugar en el país, el 83% de los visitantes internacionales no modificó su programación de viaje.











