Como Frankenstein, la inquietante criatura creada por Mary Shelley, la Bolkestein se presenta como un «moderno Prometeo» para las agencias de viajes. El Sector muestra su posición ambivalente ante este moderno Prometeo en aspectos como la ausencia de autorización previa para abrir nuevas agencias, la desaparición de la exigencia de titulación, la viabilidad de que agencias de países de la Unión Europea se establezcan en España (y viceversa) con sólo una comunicación, la nuevas dificultad para canalizar las reclamaciones del consumidor, etc.

