"La elección de Barcelona como base de la Allure of the Seas durante toda la temporada de 2015 es un reto, pero también contribuye a consolidar el liderazgo europeo y mediterráneo de la capital catalana en materia de cruceros", indica el presidente del Puerto de Barcelona, Sixte Cambra. Por su parte, la directora general de Royal Caribbean en España y Francia, Belén Wangüemert, destaca el gran impulso que la llegada de un barco de este tipo representa para el Sector Turístico y para los negocios vinculados directamente con la actividad crucerística. En concreto, la directiva estima que la aportación económica para la ciudad será de 17,5 millones de euros.










