La boda real tuvo un efecto negativo en los hoteles madrileños, que registraron una ocupación media del 60%, quince puntos por debajo de su nivel habitual en estas fechas del año, según las primeras estimaciones realizadas por la Asociación Empresarial Hotelera de Madrid (AEHM). Su presidente, Jesús Gatell, explica que puede haber influido en estos resultados el temor de los turistas a no encontrar plazas en la capital.








