En el caso de Alemania, donde el sector de los eventos tiene mayor movimiento económico de Europa (25.000 millones de euros anuales, contabilizando congresos, frente a los 5.000 de España), la asociación FAMAP ha conseguido unir a más de 250 miembros entre organizadores y proveedores, presentando una estructura sólida y muy definida entre sus diferentes servicios y funciones, han informado desde el organizado por el Club para la Excelencia en Eventos, la asociación española que ha organizado el encuentro. "Lo mismo podemos decir de Reino Unido, donde destaca el servicio de asesoramiento a empleados de la asociación Eventia y su capacidad de ejercer presión a los grupos políticos o lobbying".
El Club ha resaltado también "el progreso en Francia" en el Mercado de Reuniones y Congresos, donde además de acciones de lobbying, la asociación ANAè hace "una especial relevancia en la formación de futuros profesionales, dándose diversas iniciativas en colaboración con universidades de verano o incluso el desarrollo de una escuela de eventos". En el caso de Italia, Consulta Degli Eventi Assocommunicazione, con más de 60 años de existencia, ha logrado publicar una campaña y consecuente manifiesto en prensa denunciando las malas prácticas que a veces realizan los clientes y el deterioro que esto conlleva en la calidad final del producto y el desarrollo del Sector.
En España el Club para la Excelencia en Eventos lanzó el pasado año un Código Deontológico para sentar las bases del Sector de Eventos. Asimismo, ha avalado una escuela de organizadores de eventos (parte de su claustro está formado por directivos de las agencias del Club).
Crisis, sostenibilidad y ROI
Exceptuando el caso de Alemania, donde incluso se ha producido un ligero crecimiento del sector, el resto de países han acusado en el último año notables descensos de producción, estimados en torno al 10% en la mayoría de los casos. En materia de sostenibilidad, destacan los progresos de Alemania, a partir de iniciativas de FAMAB, o Reino Unido, a partir de medidas gubernamentales muy potenciadas por la organización de los Juegos Olímpicos de 2012.
El país germano cuenta con una certificación propia validada por dos organismos con apoyo de la Administración y ofrece una demanda del 30% de los eventos organizados con la calificación de sostenible. En el caso de Reino Unido, cuentan con su propio sistema (British Standard) de certificación del evento, amparado por la Administración, aunque no está siendo muy utilizado. Francia cuenta ya con una serie de iniciativas y páginas web para la realización de eventos sostenibles, mientras que en Italia y España todavía hay poca definición del tema.
"Se busca una certificación a nivel europeo que esté ligada a la agencia, idealmente por una duración de dos años, y que sea más sencilla de cumplir y obtener que a través de las certificaciones ISO, complejas y burocratizadas para la visión de todos los asistentes", han señalado en el encuentro, explicando que el modelo a seguir será el alemán, que ha iniciado ya un proceso de internacionalización con Suiza. Así, se ha llegado al compromiso de crear un grupo de trabajo y establecer un calendario para llegar al objetivo propuesto hacia mitad de 2012.
Las jornadas también han dedicado un espacio de debate a la medida del retorno financiero de un evento, estandarizada en la medición del ROI. El principal objeto de discusión ha sido la medida del ROI que el European ROI Institute, a través de la figura de Elling Hamso y la metodología Philips, ha estandarizado, aceptando que "dicha medida es válida hasta cierto nivel (nivel 3), pero que entrar en una valoración financiera (niveles 4 y 5) es puramente teórica, pues entran demasiadas variables como para que sea efectiva y, en última instancia, viable".
Asimismo, se han mencionado el ROO y el ROE como más prácticos a la hora de evaluar el impacto de un evento. Finalmente, se ha decidido apostar por un sistema propio, en el que se midan muchos otros impactos y que esté validado por expertos en el tema. "La mejor forma de fomentar la importancia de la medida de impactos sería realizando un listado de casos de estudio, aportándose ejemplos válidos por cada asociación e inmediatamente, se desarrollaría, por un comité, una metodología en común donde, además de la respuesta financiera, se midieran los impactos sociales, en formación, motivación, entre otros, que pudiera tener el evento".









