Según los testigos, el empresario recibió un disparo en la frente sobre las 8:15 horas en la confluencia de la calle Santaló y la Travessera de Gràcia, y murió en el acto. Su identificación tuvo que hacerse mediante las huellas dactilares. Por el momento, la policía no ha dado a conocer el móvil del crimen, que tuvo lugar en un punto muy concurrido en aquella hora.
El asesino, alto y corpulento, llevaba la cara tapada, según explicaron fuentes policiales, y fue abandonando partes de su atuendo, el arma y el cargador muy cerca del lugar, como por ejemplo en un contenedor de escombros. Poco antes de las 8:15 horas, el agresor se acercó a la víctima, le disparó en la frente y huyó a pie.
La víctima iba vestido con un traje y llevaba un maletín y una maleta un poco más grande, que el asesino no se llevó. Poco después llegaron los primeros coches de Mossos d’Esquadra y ambulancias, que se encontraron el cuerpo frente a una sucursal bancaria y una tienda de ropa, que quedaron acordonadas por la policía, en pleno barrio de Sant Gervasi-Galvany y con numerosos transeúntes y conductores.









