"La tasa turística se ha puesto en vigor dentro del marco de una crisis galopante y en esta situación en nada beneficia la imagen turística de Cataluña". Así lo afirma el presidente de Avasa, Luis Felipe Antoja, que se muestra especialmente molesto con la consideración de las agencias de viajes "como un canal recaudatorio principal" de dicho impuesto, "con el consiguiente aumento de trabajo burocrático".
Por tanto, sostiene que la tasa, que entró en vigor el 1 de noviembre de 2012, "desde el lado de las agencias tiene más contras que pros". "Seguimos siendo, como siempre, los hermanos pobres del Sector, con quien todo el mundo se atreve", señala Antoja, que considera "ilógico que si el hotel se despista y no lo cobra al cliente, sea la agencia la responsable del pago". En este sentido, lamenta que "no se ha obligado por decreto a que se incluya en el precio del hotel, como sucede en otros países, sino que figura como un simple impuesto añadido".
‘No se tiene en cuenta’ a las Asociaciones
Otro de los aspectos criticados por el presidente del Grupo comercial es que "no se haya tenido en cuenta a las Asociaciones de agencias de viajes catalanas a la hora de crear la comisión que se encargará del reparto del fondo de los ingresos recaudados, cuyo fin puede ser positivo para el Turismo, pero no lo es en la forma como se está realizando". "La Administración catalana usa a las agencias para recaudar, pero no se les tienen en cuenta a la hora de participar", prosigue.
Por todo ello, hace un llamamiento a los organismos públicos "para que consideren a las agencias de viajes emisoras de una vez por todas como lo que son, una verdadera correa de distribución del sector más importante de la economía, el Turismo". "Debemos tener en cuenta que una parte muy importante de las ventas de las agencias de viajes tiene como destino la propia España o la propia Cataluña y que son totalmente necesarias para el desarrollo de la industria y el comercio de nuestro país", sentencia.
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