Que la inestabilidad es uno de los mayores enemigos del Turismo es un hecho. Máxime si un destino sufre la progresiva frustración de sus ciudadanos hacia su principal mercado emisor, como lamentablemente está siendo el caso de griegos y alemanes. De esta forma, en Grecia los efectos de la tercera fase de la crisis económica y financiera, con el descontento popular ante los fuertes ajustes presupuestarios impuestos por los mercados, disturbios con víctimas mortales incluidas, parece estar disuadiendo (o retrasando) la decisión de viajar a este destino de una parte del mercado emisor alemán.

