En concreto, cita a los buscadores de capital social, que estructurarán sus vacaciones teniendo en cuenta sus contactos en la Red; los puristas culturales; los trotamundos comprometidos; los amantes de la comodidad; los viajeros por obligación, tanto de negocio como de ocio; y los cazadores del lujo. El vicepresidente de estrategia corporativa de Amadeus, Alex Luzarraga, explica que "si volvemos la vista 15 años atrás, es difícil subestimar lo lejos que ha llegado la industria del viaje en términos de innovación, coste y opciones para los viajeros". "Y a pesar de ello, cuando hoy nos planteamos el futuro dentro de 15 años, en 2030, está claro que el cambio no hará sino que acelerarse", añade.
Por ello, considera que "entender las tribus viajeras emergentes será vital para proveedores, distribuidores de productos turísticos y usuarios en los próximos años". Así se asegurarán de que "adoptan ahora las decisiones de inversión adecuadas para responder a una clara tendencia de la industria: la mayor personalización de servicios en todas las etapas del viaje, sin precedentes hasta la fecha".
Por su parte, el director de The Future Foundation, Nick Chiarelli, remarca que "en 2030 no solo cambiará el tipo de experiencia que demandan los viajeros en 2015, sino que la forma en la que compran y adquieren compromisos con la industria también se verá alterada". "En los 15 próximos años el deseo de compartir las experiencias de viaje estará muy arraigado y, en consecuencia, también aumentará la repercusión del intercambio de tendencias de inspiración y compra", concluye.



