Las cifras no son devastadoras ni mucho menos, pero aún así conviene no mirar para el lado: Según el último Hotels Quality Index -índice trimestral que mide la calidad percibida de los hoteles españoles a partir de las opiniones de sus clientes- la oferta hotelera española es menos competitiva. El descenso, si bien ligero, se ha mantenido constante durante todo el año 2013, siendo los estados europeos, especialmente los transalpinos (Alemania, Suiza y Austria) los más críticos a la hora de considerar que la calidad de nuestros alojamientos no alcanza un nivel suficiente. Otro dato que llama la atención es que, si bien todas las categorías presentas bajadas, destaca negativamente la percepción del nivel de servicio de los hoteles de tres estrellas, cuyas instalaciones y relación calidad precio percibida por el cliente son significativamente inferiores al resto de las categorías. Y eso, en un escenario en el que las recomendaciones a través de las redes sociales adquieren cada vez más relevancia, puede terminar convirtiéndose en un círculo vicioso, a la vez que se desaprovecha la creciente demanda en este segmento particular, que ha incorporado en el último tiempo a muchos clientes «cuatro estrellas».

