Desde que el Sector tuvo conocimiento del comienzo del proceso de reforma de la LOTT, es decir, hace muchos meses, uno de sus principales caballos de batalla ha sido el cobro del canon pretendido por Fomento a las empresas concesionarias de las líneas regulares. Muchas han sido las voces elevadas contra la propuesta ministerial, en principio, porque parece una cuestión meramente recaudatoria (y no están los bolsillos para esto), y en segundo porque solo serían, en total, unos tres millones de euros los generados por esta cláusula, que no salvarían las arcas estatales pero sí afectarían a los profesionales del transporte, ya bastante castigados. Y, como era de esperar, la nueva LOTT incluye el cobro de dicho canon.
