Desde AEDAVE llevan años trabajando para que se haga realidad un Fondo Europeo de Protección al Pasajero. La razón es que los viajeros no están respaldados cuando una compañía aérea suspende sus operaciones o quiebra. Cuando se da esta situación "los pasajeros se quedan en tierra y sin el importe del billete", afirma el presidente de AEDAVE, José Manuel Maciñeiras. Desde esta Asociación se están manteniendo negociaciones con el Ejecutivo español para que esta iniciativa pueda seguir. A su vez, la Asociación Europea de Agencias de Viajes y Turoperadores (ECTAA) está presionando a los dirigentes de la Unión Europea y a la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) para la consecución de este proyecto, por ahora sin resultados positivos.
Un respaldo para los pasajeros
El representante de Españla en la Comisión de Transporte de ECTAA, Vicente Blasco, recuerda que se hizo una primera propuesta en la que se pedía a las aerolíneas que elaboraran un seguro para resolver este tipo de casos "pero hubo muchas dificultades e IATA no entendió la verdadera finalidad de la iniciativa". Ahora, la segunda opción es este proyecto, que propone añadir en el precio de cada billete un cargo casi inapreciable (céntimos de euro) que automáticamente se ingresaría en una cuenta controlada por IATA y Asociaciones de agencias de viajes, el Fondo de Protección al Pasajero. El problema de que esta iniciativa se apruebe es que "las aerolíneas creen que este cargo encarece el precio del billete", aseguran conjuntamente Maciñeiras y Blasco.
Según Maciñeiras, "la finalidad de esta iniciativa es velar por los derechos de los viajeros, garantizándoles la devolución de los importes pagados". De esta manera, "se podrán evitar situaciones injustas y dolorosas como algunas de las que sucedieron en años pasados, como lo sucedido con Air Madrid". A esto, el presidente de AEDAVE añade que "estas situaciones repercuten directamente en el Turismo del país donde se producen los hechos y ocasionan graves perjuicios económicos a miles de pasajeros". A su juicio, "es evidente que ante una situación de grave crisis internacional, no podemos asegurar que, lamentablemente, no vayan a producirse nuevos episodios de esta índole".









