La presunta malversación de fondos públicos de la agencia andaluza Viajes Leitour, ha salpicado este verano al Sector. Un fraude que coincide en el tiempo con la estafa piramidal orquestada desde hace cuatro años en el País Vasco por una vecina de Basauri. Aunque el primero es un caso claro de corrupción en connivencia con funcionarios, el segundo es el enésimo ejemplo de la falta de control de las Administraciones turísticas autonómicas, que viene siendo denunciado por las Asociaciones del Sector.

