Departamento de Análisis de grupo Prensamedia
Introducción
El cambio climático ha pasado de ser una preocupación ambiental a convertirse en un factor estructural del turismo mundial. Las olas de calor, la erosión costera y la pérdida de nieve transforman la oferta y la competitividad de los destinos. En España, donde el 12% del PIB depende del turismo y más del 60% de la oferta se concentra en zonas costeras o de montaña, la adaptación climática es una cuestión de supervivencia económica. Las estrategias de mitigación y resiliencia ya no son voluntarias: son el nuevo núcleo de la política turística.
Calor extremo y turismo estival: la nueva normalidad
Las olas de calor registradas en los últimos veranos han alterado los patrones de demanda. En 2025, varias comunidades del Mediterráneo registraron picos de temperatura superiores a los 45ºC, provocando cancelaciones y desplazamientos hacia el norte o hacia destinos de interior.
La temporada alta se desestacionaliza: el verano pierde atractivo, mientras crecen los meses de primavera y otoño. Los hoteles deben adaptar su oferta con medidas de eficiencia energética, refugios climáticos y comunicación preventiva.
Los turistas buscan confort térmico tanto como ocio. La competitividad de los destinos ya no se medirá solo por su oferta cultural o gastronómica, sino también por su capacidad de adaptación climática.
Erosión costera y presión sobre el litoral
El aumento del nivel del mar y la pérdida de arena amenazan la base física del turismo de sol y playa. Según datos del Ministerio para la Transición Ecológica, el 20% de las playas españolas sufre erosión severa.
Las inversiones en regeneración costera se multiplican, pero los expertos advierten de que no basta con reponer arena: es necesario reordenar el litoral, limitar la urbanización y diversificar la oferta turística.
La Estrategia Nacional de Adaptación Costera propone un enfoque integral: combinar infraestructuras verdes, restauración de dunas y corredores naturales para absorber impactos. Los destinos que no se adapten verán reducida su capacidad de carga y su atractivo internacional.
La montaña sin nieve: reinvención y diversificación
Las estaciones de esquí afrontan una crisis estructural. La reducción de precipitaciones y la subida de temperaturas acortan la temporada y encarecen la producción de nieve artificial. En los Pirineos y Sierra Nevada, la altitud ya no garantiza nieve estable.
Ante ello, muchos destinos apuestan por la diversificación: turismo deportivo, de bienestar, gastronómico o de naturaleza durante todo el año. El turismo de montaña se transforma en turismo de altura, centrado en sostenibilidad, patrimonio natural y experiencias.
La cooperación público-privada será clave para financiar infraestructuras adaptadas y reconvertir empleos vinculados al invierno hacia actividades de todo el año.
Estrategias de adaptación: de la mitigación a la resiliencia
España ha incorporado el cambio climático en su Estrategia de Turismo Sostenible 2030, con medidas de eficiencia energética, gestión hídrica y reducción de emisiones. Los fondos europeos Next Generation financian proyectos de adaptación local: movilidad sostenible, restauración de ecosistemas y digitalización de destinos.
La resiliencia turística no solo exige infraestructuras, sino gobernanza. Los destinos más exitosos serán aquellos capaces de coordinar administraciones, empresas y ciudadanía. El cambio climático redefine el concepto de planificación turística: ahora se planifica para resistir.
Nuevos modelos de competitividad turística
El turismo del futuro será bajo en carbono, eficiente en recursos y respetuoso con los ecosistemas. Las certificaciones de sostenibilidad —como el Sello Nexodestinos o las etiquetas verdes europeas— se convierten en ventajas competitivas.
La innovación tecnológica, el uso de datos climáticos y la participación local serán esenciales para anticipar impactos. España puede liderar este proceso si convierte su vulnerabilidad en oportunidad: desarrollar un modelo turístico resiliente exportable al resto del Mediterráneo.
La adaptación climática no es un coste, sino una inversión en el futuro del sector. Los destinos que se preparen ahora serán los que sobrevivan mañana.
Claves del tema
Contexto: El cambio climático afecta de lleno al turismo español, especialmente en zonas costeras y de montaña.
Implicaciones: Exige reordenar el litoral, diversificar destinos y adaptar infraestructuras al calor extremo y a la pérdida de nieve.
Perspectivas: El turismo sostenible será también turismo climático. Los destinos que integren resiliencia y sostenibilidad podrán mantener su liderazgo global en un planeta más cálido.
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