La inestabilidad económica y los efectos de la pandemia estan afectando a la recuperación del sector a pesar del primer repunte observado en 2021 gracias a la introducción del green pass. La previsión del restablecimiento de los viajes de negocios posterior a la pandemia, que inicialmente se estimó que se produciría en 2025, se considera que ahora podría alcanzarse ya en 2024.
La inflación y el consiguiente aumento de los precios suponen el primer reto que el business travel tendrá que asumir
La inflación y el consiguiente aumento de los precios suponen el primer reto que el business travel tendrá que asumir. Además de las consecuencias de la guerra ruso-ucraniana, la situación económica también tiene que ver con el fortalecimiento del dólar, la moneda de referencia para la industria aeronáutica.
Los arrendamientos a largo plazo, la compra de nuevos aviones o el repostaje se pagan en dólares. En consecuencia, las compañías más previsoras están siguiendo una política de acopio, tanto de combustible como de nuevos aviones, para evitar futuras fluctuaciones en los costes, lo que finalmente se traduce en un aumento de los precios para el consumidor.
No será tan común ver los bajos precios y las ofertas que aparecían en determinadas épocas del año. Los costes han aumentado de forma generalizada o lo harán a corto plazo. Con esta subida de precios universal, en 2023 es necesario, más que nunca, organizarse para frenar gastos innecesarios y acelerar la digitalización de las empresas.
El reto de la sostenibilidad
Es una realidad patente en los últimos años la toma de conciencia de las empresas sobre la huella de carbono y la sostenibilidad de su actividad. Esta sensibilidad continuará su recorrido en 2023. Los viajes corporativos se trabajan ahora desde otra perspectiva, tratando de priorizar aquellos que son necesarios y optando por opciones más ecológicas (vuelos sin escalas, con aerolíneas que utilicen combustibles sostenibles siempre que sea posible, tren donde se pueda evitar el avión, etc.) pero sobre todo utilizando servicios de compensación de emisiones de carbono.
Con la introducción del paquete Fit for 55, La Unión Europea ha fijado el objetivo de reducir gradualmente las emisiones de gases de efecto invernadero hasta un 55% en 2030 y un 63% en 2050.
Las compañías aéreas ya están invirtiendo en combustible de aviación sostenible (SAF por sus siglas en inglés). KLM ha empezado a añadir un 0,5% de SAF al sistema de combustible del aeropuerto de Schiphol en cada vuelo que sale de Ámsterdam. Sin embargo, sigue habiendo dificultades para conciliar la sostenibilidad con los costes empresariales: las soluciones sostenibles todavía son difíciles de encontrar a gran escala y, por tanto, son más caras, además de que en las empresas a veces falta presupuesto y concienciación de los equipos directivos para aplicar un cambio real.
Sólo el 36% de las empresas tiene un puesto de trabajo dedicado a la responsabilidad medioambiental y sólo el 10% cuenta con un equipo entero dedicado a esta función.
El problema se acentúa por la falta de digitalización de los procesos dentro de las compañías: el 54% de las empresas no dispone de ninguna herramienta de organización de viajes, aunque el 86% consideraría la posibilidad de contar con una.
Digitalización y análisis de datos
La digitalización está claramente en el centro de la cuestión, pero lo más relevante no es sólo llevarla a cabo, sino seleccionar adecuadamente las herramientas con las que se aplica para garantizar que el proceso sea un éxito y repercuta directamente en beneficio de las empresas y del planeta.
En 2023 será crucial adoptar soluciones digitales para combinar la necesidad de viajar por trabajo con la reducción de los costes, evitando recortes que perjudiquen el funcionamiento de las empresas. La digitalización es, pues, la clave para optimizar todos los procesos relacionados con los viajes de negocios.
Como destaca un estudio de HRS y GBTA, en el que participaron responsables de viajes y compras de empresas de Europa y América, a menudo las herramientas de reserva utilizadas por las empresas son ineficaces: el 67% de los empleados encuestados afirma que sería más fácil utilizar un único canal para todas las reservas, mientras que el 74% afirma que sería aún más fácil reservar hoteles y espacios de coworking con una única plataforma.
Además, muchas compañías no aprovechan las oportunidades que ofrece la digitalización para leer los datos, identificar los problemas y actuar en consecuencia.
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