La migración se consolida como un factor económico clave
La economía mundial ha mostrado una capacidad de resistencia mayor de la prevista tras la pandemia, la guerra en Europa, la crisis energética y las tensiones comerciales, aunque el escenario sigue marcado por una elevada incertidumbre. En este contexto, ERA Group, consultora especializada en optimización de costes y gestión de proveedores, apunta los factores que previsiblemente condicionarán el crecimiento y la toma de decisiones empresariales en 2026.
Según el economista Antonio Fatás, parte del discurso sobre un escenario económico completamente desconocido resulta engañoso. La economía global ha superado crisis profundas en el pasado y mantiene el empleo en niveles históricamente altos, pese a que la recesión ampliamente anticipada para 2023 y 2024 no llegó a materializarse. No obstante, la combinación de riesgos estructurales y cambios geopolíticos y tecnológicos obliga a las empresas a revisar sus estrategias de inversión, aprovisionamiento y control de costes.
Uno de los principales condicionantes del crecimiento será la evolución demográfica. Europa y China afrontan un punto de inflexión marcado por el envejecimiento de la población y la reducción de personas en edad de trabajar, factores que limitarán el crecimiento potencial y aumentarán la presión sobre los sistemas productivos y de bienestar. En contraste, regiones como África continuarán registrando fuertes incrementos de población, desplazando el eje futuro del crecimiento económico y de la disponibilidad de talento.
En este contexto, la migración se consolida como un factor económico clave. En la Unión Europea, una parte muy relevante de la creación de empleo ya depende de los flujos migratorios y, sin ellos, el crecimiento del empleo sería mucho menor o incluso negativo en algunos países. Para las empresas, este escenario implica replantear la planificación de plantillas, la localización de operaciones y la exposición al riesgo regulatorio.
Más claves
La inteligencia artificial aparece como una palanca real, aunque desigual, de productividad. En Estados Unidos ya se observan señales tempranas de impacto positivo, mientras que en Europa los avances siguen siendo más limitados. De cara a 2026, ERA Group subraya que la IA puede mejorar la eficiencia, siempre que su adopción se aborde con criterios realistas y se integre adecuadamente en los procesos, los equipos y los modelos de negocio.
En el ámbito financiero, el nuevo entorno de tipos de interés más altos está elevando las exigencias para empresas e inversores. Tras décadas de tipos reales muy bajos, las valoraciones de los mercados siguen siendo elevadas en términos históricos, lo que incrementa la probabilidad de episodios de volatilidad y refuerza la necesidad de disciplina financiera en las decisiones de inversión y financiación.











