Otro de los ejes en los que pone el acento es el conocimiento
El presidente de Grupo Hotusa, Amancio López, ha reflexionado en un nuevo capítulo de ‘3 minutos con Grupo Hotusa’ sobre los factores internos de competitividad que permiten a las empresas construir modelos sostenibles basados en la eficiencia, la innovación y la excelencia humana.
Para el presidente del grupo, la eficiencia es la base del éxito empresarial y se refleja directamente en los resultados: “Un balance difícilmente puede arreglar una cuenta de resultados, pero las cuentas de resultados son las que arreglan los balances”. En su opinión, las empresas más sólidas son aquellas que logran un círculo virtuoso, en el que la eficiencia interna impulsa la competitividad, el crecimiento y, a medio plazo, la transformación y la diversificación.
López identifica tres pilares fundamentales en la competitividad interna: las personas, los recursos financieros y la tecnología, aunque subraya que “la esencia son las personas, porque son quienes manejan todas las demás herramientas”. En este sentido, destaca tres virtudes que marcan la diferencia: el talento, la responsabilidad y el compromiso. “El talento es un punto de partida, pero sin responsabilidad —como virtud personal— ni compromiso —como virtud colectiva— no se puede hacer nada importante”, ha señalado.
Otro de los ejes en los que pone el acento es el conocimiento, que define como un elemento “acumulativo y, en ocasiones, sustitutivo”, señalando que “a veces es más difícil desaprender que aprender”. En este sentido, el presidente de Grupo Hotusa defiende la colaboración entre la formación interna de las empresas y la formación externa, a través de universidades y centros de formación profesional, para garantizar tanto la empleabilidad como la excelencia profesional.
Oportunidades empresariales
En un contexto marcado por el envejecimiento demográfico, López también pone el foco en la inmigración como una oportunidad económica y social, siempre que se gestione de manera adecuada: “La inmigración puede ser una bendición para los países receptores si las empresas participan en su formación e integración”.
Finalmente, López concluye que las empresas más competitivas son aquellas que combinan eficiencia y humanidad, y que su éxito no puede desligarse del compromiso con las personas: “Ese círculo virtuoso, basado en las personas, la formación y el compromiso, es la mejor garantía de progreso y prosperidad para un país”.










