España puede aportar como documentos de trabajo al comité ISO TC 228 sus normas sectoriales en las que se basa la certificación de calidad del Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE). De esta forma, la posición española en dicho comité toma fuerza en la normalización de los servicios turísticos a nivel internacional. Países como EEUU, Canadá, Argentina, Dinamarca, Irlanda, Portugal y Arabia Saudí han sido afines a la propuesta española, mientras que 12 países europeos han votado en contra.









