El Parlamento Europeo ha respaldado la entrada de la aviación en el régimen comunitario de comercio de emisiones de gases de efecto invernadero. En concreto, los diputados han acordado el año 2011 como fecha única de entrada, tanto para los vuelos internacionales de la Unión Europea (UE) como para los operados entre la UE y terceros, en lugar de los plazos de 2011 y 2012 que estipuló la Comisión Europea. Por tanto, la directiva afectará tanto a las aerolíneas de los países de la UE como de otras regiones. Además, la cantidad de derechos de emisión asignada a los explotadores corresponderá al 90% de la media anual de las emisiones de 2005, 2006 y 2007, en lugar de ser del periodo comprendido entre 2004-06 apuntado por la CE y que estipulaba una emisión del 100%.
Previsiones para la subasta de emisiones en futuras aerolíneas
Por otro lado, el Parlamento prevé en su informe revisiones de la cantidad de derechos asignado, que dependerá del compromiso que se fije la UE para la emisión total de gases después del año 2012, que podría oscilar entre el 30% y el 20% (enmiendas 24 y 61). Además, y para que el nuevo sistema permita el acceso al mercado de nuevos explotadores de aeronaves, el Parlamento a votado que a partir del 2011, el 25% de los derechos se asignen mediante subasta y que se reserven una proporción de estos derechos a nuevos participantes (enmienda 74). Este hecho no estaba señalado en el informe inicial, ya que la Comisión en su propuesta no mencionaba ningún tipo de porcentaje a las emisiones asignadas mediante subasta.
Por último, el Parlamento ha decidido que los vuelos oficiales de los jefes de Estado y Gobierno estén incluidos en la directiva y , por tanto, se acojan al regimen de emisiones de gases. La Comisión Europea no estaba a favor de esta medida.
Por su parte, la Asociación de Aerolínea Europeas (AEA) ha apoyado la directiva apuntando que "es una herramienta valiosa para controlar los niveles de emisiones". No obstante, y al igual que lleva declarando desde hace meses junto a otros agentes del Sector como se ha hecho eco este periódico, piensan que las empresas europeas resultarán perjudicadas por la medida. En concreto y según AEA, " las aerolíneas europeas perderán unos 160.000 millones de euros en los próximos diez años".









